Jueves 9 de Septiembre de 2009
* ¿A QUIEN LE ENTREGÓ PEMEX FELIPE CALDERÓN?
Con un saludo para el Kamarada SS, por la semaforización de la ruta de lectura
“Sigan la pista del dinero”, le indicaba el legendario “garganta profunda” a los reporteros del Washington Post que rastreaban a los autores intelectuales del Watergate, uno de los mayores escándalos políticos en la historia de los Estados Unidos, que concluyó con la renuncia vergonzosa de Richard Nixon a la presidencia de ese país.
Y si: siguiendo la pista del dinero, los reporteros del Washington Post corrieron a Nixon de la Casa Blanca.
Recuerdo esta historia al leer los varios correos de lectores añejos de esta columna, que me piden les explique o, al menos, les ayude a entender el nombramiento de Juan José Suárez Coppel a la dirección general de Pemex sustituyendo a Jesús Reyes Heroles.
Juan José Ramírez Toledo, empleado sindicalizado de PEP, me escribe: “Lo saludo y, como lector de hace más de quince años de su columna, opino que usted es el periodista tabasqueño que más sabe sobre Pemex y sobre la industria petrolera, y desde hace muchos años su columna nos ha orientado para entender que es lo que pasa con nuestra empresa y que es lo que el gobierno y los políticos han hecho de Pemex y de nuestra riqueza: quemarla a lo pendejo (sic). Ayúdeme a mí y a mis amigos que también lo leen a diario a entender que chingaos (resic) un pinchi (recontrasic) gerente de la Corona (se refiere a la cerveza. Nota del columnista) va a dirigir a Pemex.”
Contesto: amigo Juan José, agradezco el tiempo que en que me ha permito acompañarle. Respecto a su pregunta, pues es la que se hacen millones de mexicanos interesados en el tema.
Hoy le voy a fallar. No sé decirle qué hace en la dirección de Pemex un empleado de las altas esferas financieras del país que ha sido eso siempre: un subordinado “cola de león”.
LA CHEVE Y EL PETROLEO SI SE MEZCLAN
Sin embargo, es claro para todos nosotros que la designación de Juan José Suárez Coppel es producto de eso que convenimos en llamar “una negociación de alto nivel”.
¿Negociación entre quienes?, me preguntará usted, Juan José.
Bueno, me parece evidente que es una negociación entre el presidente Felipe Calderón y los grupos de poder real en el PRI.
A ver: recapitulemos un poco. La semana pasada, le comenté a usted en este mismo espacio que no había duda respecto a que el tiempo de Jesús Reyes Heroles en el PRI había expirado.
Se hablaba - se lo consigné en esa misma columna-, de dos panistas químicamente puros: el Secretario de Turismo Salvador Elizondo y del ex candidato del PRI a la gobernatura de Nuevo León, Fernando Elizondo.
Hasta ahí el asunto presentaba una lógica convincente: un panista genuino sustituía a Reyes Heroles, a quien el panismo cercano a Calderón había tildado como priísta.
De repente, los servicios de inteligencia de este FAX nos reportaron que sería nada menos que Francisco Gil Díaz, el muy poderoso ex secretario de hacienda de Vicente Fox, el nuevo director de Pemex.
Y así se consignó en este espacio.
De ahí la sorpresa cuando el presidente en persona nos informa que es Juan José Coppel el nuevo director de la paraestatal.
Pero en realidad no hay sorpresa alguna, como le comento en mis dos recientes entregas.
No fue finalmente Francisco Gil Díaz, quien toma personalmente el mando de Pemex, pero lo hace uno de los miembros de su equipo: Juan José Suárez Coppel.
¿DÓNDE QUEDÓ LA BOLITA PETROLERA?
Entonces ¿a quienes les entregó –por decirlo así-, Pemex el presidente Calderón?
A Francisco Gil se le considera como “salinista”.
Los analistas políticos insisten en que Carlos Salinas forma parte y es uno de los principales animadores del mega proyecto llamado Enrique Peña Nieto.
El líder de la fracción priísta en la Cámara de diputados, es Francisco Rojas.
Este es calificado como salinista, pero hoy, en los hechos, es uno de los alfiles de Peña Nieto.
El pasado 2 de octubre, previo al inicio de la lectura del discurso del presidente Calderón, uno de los personajes más saludados por todos -y todos es todos- los asistentes al evento en palacio nacional, fue precisamente Francisco Gil Díaz.
Los invitados al evento en palacio, saludaban a Gil Díaz ¿como nuevo propietario de Pemex?
Ahora mal: suponiendo que Calderón le haya entregado Pemex a las corrientes dominantes en el PRI ¿a cambio de qué lo habría hecho?
Si le parece atendible esta premisa como tesis de trabajo, ¿me ayuda a desarrollarla, amigo Juan José?
sábado, 12 de septiembre de 2009
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