*La guerra sucia y sus facilitadores
Con la nueva ley electoral, le comentaba a usted en anterior entrega, los partidos políticos y sus principales militantes, se blindaron, según ellos, contra lo que llaman “campañas sucias”.
Se trata de una norma hipócrita, entupida y abusiva.
Más aún, resulta anticonstitucional, porque le veda a los ciudadanos un derecho elemental consagradazo en la constitución: la libre expresión de las ideas.
Con la nueva ley, los candidatos a puestos de elección quedan impedidos de decirse sus verdades unos a otros, lo cual resulta una hipocresía.
Ahora resulta que en el escenario de las campañas electorales, todos serán unas blancas palomitas, unas azucenas salpicadas por el virginal rocío de la mañana.
Si chucha.
Pero lo peor, es que si usted y yo sabemos que el candidato fulano es un golpeador de mujeres, o que el candidato zutano es un individuo con antecedentes penales ¡no podemos decirlo comprando espacio en la prensa o tiempo en los medios electrónicos, porque caeríamos en conductas delictuosas!
O sea: según los hipócritas, estúpidos y abusivos diputados y senadores, han decretado la desaparición de la llamada “guerra sucia”.
Pero eso es falso de toda falsedad.
Y Tabasco es prueba elocuente de ello.
Desde el día en que Andrés Granier le endilgó una severísima y humillante derrota a López Obrador, se trazó el plan de la guerra sucia que el lopezobradorismo ha lanzado con toda intensidad contra el gobierno granierista desde el 1 de enero del 2007.
Ha sido un embate detalladamente planificado cuyo objetivo preciso es debilitar en lo posible la fortaleza del liderazgo de Granier.
Y el campo de batalla elegido por Obrador ha sido el de los medios de comunicación.
La estrategia es acusar todos los días al gobierno de actos de corrupción, ineficiencia, tráfico de influencias y abusos de poder
El primer flanco elegido fue el del área de la seguridad pública.
Luego las baterías se enfocaron sobre la secretaría de gobierno.
Últimamente el objetivo de los obuses mediáticos ha sido el área de comunicación social del gobierno y el poder judicial.
Durante todo este tiempo los medios afines al lopezobradorismo han desatado una andanada de golpes de efecto muy bien calculada.
Por supuesto, desde un punto de vista estrictamente político y de lucha por el poder, se tiene que convenir que el lopezobradorismo está en lo suyo: tratar de debilitar al gobierno de Granier por todos los medios.
Que para ello recurran a la calumnia, a la difamación, a la mentira sistemática, al engaño mediático, la falacia, el infundio, el embuste, la chapuza, el chisme y la patraña, pues es cosa de los lopezobradoristas, claro, pero de que se trata de una guerra sucia contra el gobierno granierista, no hay duda.
Es pues, una guerra.
En ese sentido, resulta verdaderamente incomprensible y hasta escandaloso que haya funcionarios granieristas que le facilitan la labor de zapa al lopezobradorismo.
Desde un principio, ya sea por descuido o ineficiencia, por negligencia o torpeza, por irresponsabilidad o por tontera, algunos funcionarios le han abierto flancos enormes al gobierno de Granier.
El último episodio es patético.
¿Cómo es posible que una empresa contratada por el Consejo Estatal de Seguridad que preside Miguel Ángel Valdivia se dedique a levantar registros fotográficos de la Quinta Grijalva y de las Casas de ciertos altos funcionarios del gobierno?
¿Cómo es posible que una alta funcionaria de dicho consejo, Cristina Lara sea presuntamente socia de la empresa de marras?
¿Y cómo es posible que hasta ayer por la noche el Consejo Estatal de Seguridad Pública no haya aclarado tan sospechoso entuerto?
¿No lo entienden?
Es la Guerra.
Y toda acción u omisión que le facilite el ataque al enemigo es, a final de cuentas, una traición a la causa.
Y lo dicho, guerra sucia la habrá. La hay de hecho. Y quienes la instrumentan lo hacen desde la más total impunidad.
Pueden calumniar, mentir e infamar a su gusto, que nada les pasará. Y siempre algo quedará.
TROGLODITAS EN LA PERLA DE LA CHONTALPA
El pasado fin de semana, el amponzete de la política pueblerina llamado Arturo Pedrero Somellera, amenazó de muerte al reportero Guillermo Ceballos.
Esto lo hizo nuestro gañan bicicletero delante de numerosos testigos, lo que quedó asentado en la denuncia penal interpuesta ante el ministerio público por el periodista Cevallos Caraveo.
Nos solidarizamos con nuestro compañero y desde este espacio, hacemos a Arturo Pedrero Somellera responsable de todo daño que sufra Guillermo Cevallos en su integridad física, en la de su familia y sus bienes.
PD: Le recuerdo que lo espero todos los días, de lunes a viernes y de 7 a 9 de la mañana en “Panorama Tabasco”, el noticiario radiofónico de mejor hechura profesional den Tabasco. Escúchenos a través de 650 Noticias, en el 650 a Amplitud Modulada. Somos Radio Acir.
miércoles, 28 de enero de 2009
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