Fax Privado por Mario Ibarra

Gina: el PRI cabalga de nuevo





Los partidos y sus propietarios se vacunaron contra ellos mismos.

A la hora de negociar la nueva ley electoral, se pusieron de acuerdo para no sacarse sus trapitos al sol.

Van a hacer, dicen en su nueva ley electoral (que, como dijera un columnista local que más que mi amigo es mi hermano: es una megambrea) “campañas limpias”, o lo que es lo mismo, no se van a decir los unos a loas otros de que pié cojean.

Vamos a ver como les sale la jugada,

Podemos dar por descontado que, si las campañas se restringen a la nueva ley electoral, no vamos a chutar unas campañas soporíferas.

Nos van a dormir.

Por supuesto, en su salud lo hallarán.

Lo que sí es importante es que nosotros, usted y yo, votantes potenciales, sepamos, a la hora de emitir nuestro sufragio, quién nos está mintiendo.

Saco el tema a colación porque, están a punto de iniciar las campañas de los aspirantes a ser diputados federales representando a Tabasco.

Los discursos serán una cosa.

Pero por lo que debemos de votar es por las personas.

Antes que el partido, hoy van a estar los candidatos.

Y la decisión es nuestra.

No nos equivoquemos.

Serán diputados federales quienes nosotros decidamos.

Que quede claro.



LAS PALABRAS Y LOS HECHOS





En ese orden de ideas, déjeme remitirlo al discurso pronunciado por Georgina Trujillo, el pasado sábado.

Pongámonos en contexto.

Gina es, lo sabe usted, la presidenta del Comité Directivo estatal del PRI. Es diputada local, va a ser diputada federal y tiene, mantiene, contiene y nutre una aspiración que me parece absolutamente legítima: gobernar el estado que su padre gobernó de 1970 a 1976.

Para alimentar esos objetivos, Gina tiene antes que nada demostrarle a sus paisanos que es una ganadora.

Y en esas anda.

Por lo pronto, el sábado, Gina pronunció uno de los mejores discursos de cualesquier dirigentes priísta que yo recuerde en los últimos 20 años, cuando menos.

Después del discurso leído por Humberto Mayans en el anexo del parque Tomás Garrido Canabal en 1993, ningún dirigente tricolor le entregó un discurso tan rico en sustancia política y tan pleno en teoría partidista como el que ante sus correligionarios desarrolló Gina Trujillo el pasado sábado.



PREPARANDO EL RETORNO





El viernes pasado, me decía el delegado del CEN del PRI en Tabasco, Adrián Alanís Quiñones, que el PRI que tiene en estos momentos casi un 45 por ciento de las preferencias electorales, el PRI que espera recuperar la mayoría en la Cámara de diputados federal, el PRI que se siente seguro de regresar a Los Pinos en el 2012, no es mismo PRI que Vicente Fox corrió de la casa presidencial hace nueve años.

Donde murió el viejo PRI y donde comienza el nuevo PRI de ahora, es algo a lo que comprometió Adrián Alanos a ir explicándonoslo.

Sin embargo, pienso que Gina Trujillo nos ha adelantado una muy buena exposición de lo que el PRI, -el nuevo PRI, dicen, quiere ser.

En ese sentido, el discurso de la presidenta estatal del PRI debe ser leído como un parte aguas, como un punto de inflexión entre el PRI que fue y el PRI que quiere ser.

Si el nuevo PRI que, advierto, estarían construyendo los priístas, es el PRI que nos configuró en su discurso Gina Trujillo, es un PRI que, de llegar al poder en el 2012, nos va a gobernar por lo menos hasta el 2030.

La verdad es que el discurso de la dirigente estatal del PRI del pasado sábado, es lo más parecido a una piedra de fundación partidista que yo recuerde.

Y mire usted que hemos conocido presidentes del PRI.

Que yo los haya visto: Pedro Resendez, Manuel Llergo, Andrés Manuel López Obrador, Rodolfo Jiménez Damasco, Pedro Jiménez, Floricel Medina, Edgar Azcuaga, Manuel Andrade, y un montón más de presidentes del CDE priísta, ninguno de ellos –con la sola excepción del discurso de Humberto Mayans al que hice referencia-, pronunció un discurso tan relevante, tan rico ideológicamente, tan comprometido y tan renovador como el que pronunció Gina Trujillo este fin de semana.

¿Me acompaña a desglosarlo?